La sociedad del siglo XXI observa, incrédula, que existe un tipo de ser humano al que todavía no había aprendido a conocer bien. De hecho, está casi indefensa ante él, y cuando se da cuenta de sus fechorías no tiene más remedio que calificarle como ¿loco? o ¿terrorista?. Y así, ya sea en la familia, en el trabajo o en el mundo público de la comunicación o la política, el psicópata no sólo ataca sin ser detectado, sino que ayuda a configurar el caos en una sociedad en la cada vez se encuentra más a gusto.
-Bibliografía: Garrido Genovés, Vicente, 2004. "Cara a cara con el psicópata". Barcelona. Ariel.
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